Tras más de dos años de ausencia luego de su renuncia a la Selección por no estar de acuerdo con el cuerpo técnico anterior, Fernando Wilhelm volvió de la mejor manera con la Albiceleste: Fue capitán, figura y alzó la Continental Cup en Kuwait.
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Sebastián Larocca
Apareció en el club Glorias de Tigre con apenas 16
años, Fernando Wilhelm ya asomaba como un jugador diferente. Dueño absoluto de
los tiros de sexta falta ya en su primer año en Primera, gozaba de un remate
formidable. Calidad y jerarquía que también disfrutaron River y Pinocho en el
Futsal argentino, en ambos clubes fue campeón. Hasta que en el 2005, con 23
años, se decidió a aceptar las propuestas que llegaban de Europa. Al igual que
en Argentina (2 en River y 1 en Pinocho), en Italia también ganó tres Scudettos
(2 en Marca Futsal y uno en Arzignano). Ahora es clave en el Asti de ese país.
Jugó tres mundiales, el primero en Guatemala, con
apenas 18 años. Pero en el 2012 renunció a la Selección Argentina. Una gira a
un torneo en Brasil con una goleada en contra frente al dueño de casa y algunas
cuestiones tácticas y dirigenciales lo llevaron a parar la pelota. “En este último viaje a Brasil
sentí que entré totalmente desprotegido, sin armas para defenderme, más que el
amor a la camiseta”, le había dicho a Pasión
Futsal en ese momento.
Esta renovada Selección Argentina,
con Diego Giustozzi como entrenador y nuevos dirigentes, le volvió a dar otra
posibilidad. Y él aceptó gustoso volver a ponerse la “Celeste y Blanca”,
acompañado por sensaciones de un juvenil debutante. Fue el líder que necesitaba
el equipo, el guerrero adentro de la cancha que pedían sus compañeros. Fue el que
aportó su juego para ganar otro título, para sumar la cuarta victoria al
historial ante Brasil. Fue Fernando Wilhelm, uno de los mejores jugadores
argentinos de la historia.
¿Qué
sensaciones tenés de haber vuelto a la Selección y de ganar un título?
Haber vuelto me creó muchas sensaciones, desde el
orgullo y las ganas, a los nervios y ansiedad por integrarme rápidamente a las
dinámicas del grupo. Gracias a Dios, los chicos que formaron parte del
seleccionado en estos años son buena gente y tienen muy claros los objetivos y
la responsabilidad de vestir la camiseta de la Selección. Me permitieron
adaptarme de la mejor manera para tratar de sumar desde el inicio. Seguramente
es el regreso ideal, aunque soy consciente que los resultados dependen de
muchas cosas. Haber ganado contra Brasil da un sabor distinto a todo, es el clásico,
es el campeón del mundo, el más ganador de la historia, y era nuestra
oportunidad de medirnos y compararnos para crecer.
Estaría muy contento con todo lo vivido, aún si no
hubiésemos alzado la Copa. La energía que se crea alrededor del grupo de la
Selección es muy especial, es difícil de explicar. Y ser el capitán es una gran
responsabilidad, fue algo casi nuevo. La última vez fue hace ya tanto tiempo que
te repito, bajo muchos aspectos, me sentí como empezando de cero.
Te fuiste
porque exigías cambios, volviste y ¿qué cosas notás que cambiaron?
La Selección está trabajando muy seriamente. Se nota a
simple vista y se confirma en la convivencia cotidiana. Siempre hay cosas por
mejorar, pero estoy convencido que vamos por el buen camino.
¿Cómo
definirías el funcionamiento de la Selección Argentina? ¿Qué le aportó
Giustozzi al equipo?
Lamentablemente no tuvimos mucho tiempo para trabajar
y creo que eso lo sufrieron muchas selecciones. A pesar de todo, funcionamos
bien, tanto en defensa como en ataque. Tal vez al tener un plantel corto
sufrimos por momentos algún bajón de intensidad, pero fueron escasos. Fue en
esos momentos donde sacamos de adentro lo nuestro, la voluntad y el esfuerzo,
para tratar de hacer lo mejor en cada situación. Y ese es uno de los aspectos que
fomenta y refuerza Diego (Giustozzi) en su dirección. La confianza y el
compromiso, el sacrificio inteligente y la humildad ante todo y ante todos.
¿Por qué
perdieron con Italia?
Creo que básicamente perdimos por pequeñas
desatenciones en momentos importantes del partido. Hicimos un buen partido, sin
mayores complicaciones. Lamentablemente pagamos muy caro los errores.
¿Cómo se
recuperaron? ¿Qué les dijo Diego Giustozzi?
No mucho, analizó el partido. Leyó los números,
desglosó las situaciones y nos abrió los ojos hacia la realidad de lo que había
pasado. Algunas veces el jugador no percibe todo lo que pasa, y tal vez quienes
estuvieron dentro tenían una imagen más negativa de la derrota. Seguramente
perder no es lo que buscábamos, pero entendimos que habíamos sido responsables
del resultado y que dependía de nosotros mejorar.
¿Qué te dejó
el partido con Brasil? Vos habías renunciado después de una gira a Brasil donde
dijiste sentirte desprotegido en la cancha, sin armas. Ahora les ganaron ustedes
4-1, ¿cuando levantaste la Copa pensaste en todo eso?
El partido contra Brasil fue especial, por todo lo que
antes mencioné. Es el clásico, nuestro rival de siempre, el campeón del mundo.
Dejamos todo dentro de la cancha, pero con un sentido, con intenciones claras y
marcadas. Eso fue lo que nos hizo ganar. Las ganas siempre estuvieron y la
motivación no es necesaria cuando te miras el pecho y ves los colores. Pero
entendimos cuándo, cómo y hacia dónde correr. A quién pasar, a quién marcar, cómo
y por qué. Dejamos que el juego se desarrollase de acuerdo al análisis que el
cuerpo técnico hizo previamente y confiamos en nuestras posibilidades del
inicio al final. Como luego del partido contra Italia, fuimos conscientes de
nuestra fuerza y no nos desmoralizamos nunca. Mantuvimos alta la concentración
y jugamos minuto a minuto pensando en ganar.
Al momento de la premiación en lo que menos pensé fue en el pasado. Desde que me pusieron la medalla hasta que me entregaron la Copa, intenté sólo mirar a los que formamos parte de esto y poder disfrutar de lo que conseguimos. La felicidad de los que queremos es nuestra felicidad. Convivimos poco tiempo, pero sentimos lo mismo por nuestros colores y eso nos une de un modo muy fuerte.
Se están
logrando cosas importantes, están haciendo historia con la Selección ¿Hasta
dónde sueñan llegar?
Se han ganado algunos torneos, partidos importantes y
se está construyendo una base sólida tanto a nivel deportivo como dirigencial.
Esta Selección todavía no hizo historia, pero se está preparando para eso.
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